Siempre estás buscando la mejor forma de obtener beneficios de tus inversiones, y una de las estrategias más comunes es la inversión en deuda. La deuda se considera generalmente como una forma de obtener ingresos estables, pero también conlleva el riesgo de un incumplimiento. Con tantas opciones en el mercado, ¿cómo sabes cuál es la mejor para ti?
Primero, es importante que comprendas la diferencia entre la deuda buena y mala para tomar la mejor decisión para tus necesidades financieras. La deuda buena se refiere a un préstamo de bajo riesgo, que ofrece bajas tasas de interés y está garantizado por activos. Por otro lado, la deuda mala es un préstamo de alto riesgo, con tasas de interés más altas y sin garantía.
¿Qué es una deuda buena?
La deuda buena casi siempre se refiere a un préstamo otorgado a un prestatario por una institución financiera, como un banco o una cooperativa de crédito. Este tipo de deuda generalmente se ofrece con tasas de interés bajas, plazos de pago razonables y opciones de pago flexibles. Además, la buena deuda también está garantizada por los propios activos del deudor. Esto proporciona cierta seguridad para el prestamista, lo que significa que el riesgo de impago es bajo.
La deuda buena es a menudo utilizada para la construcción de casas, la compra de activos para negocios e industrias y otras necesidades importantes. Los inversores también pueden beneficiarse de la deuda buena, ya que puede proporcionar ingresos pasivos de intereses.
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Algunos ejemplos de deuda buena
Préstamo hipotecario
Adquirir una hipoteca es un paso común al comprar una casa. A pesar de ser una deuda a largo plazo, se la categoriza como buena deuda debido a que, generalmente, el valor de la propiedad incrementa con el tiempo, lo que podría resultar en un aumento del patrimonio neto.
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Invertir en negocios
Con frecuencia, el crecimiento de un negocio requiere de inversiones. Aunque estas implican asumir deudas, pueden conducir a un aumento en las ganancias a largo plazo, por lo que se las ve como una deuda positiva.
¿Qué es una deuda mala?
La deuda mala se refiere a préstamos de alto riesgo, generalmente otorgados por prestamistas no tradicionales, como famosos tiburones de préstamos y compañías de préstamos online. Estos préstamos tienen tasas de interés extraordinariamente altas, plazos de devolución a corto plazo y generalmente no tienen activos que actúen como garantía.
La deuda mala también se refiere a los préstamos abusivos, como la sobrecarga de tarjetas de crédito, que pueden ser perjudiciales para los prestatarios. Los prestamistas a menudo aprovechan la falta de educación financiera de los prestatarios y ofrecen préstamos con tasas de interés perjudiciales, lo que a menudo resulta en incumplimientos y mal crédito.
Algunos ejemplos de deuda mala
Tarjetas de crédito
Los montos pendientes de pago en tarjetas de crédito con tasas de interés elevadas son un ejemplo típico de mala deuda. Si no se liquida el total de la deuda cada mes, la deuda puede incrementarse rápidamente debido a la acumulación de intereses.
Préstamos de consumo
Los préstamos para el día de pago tienen tasas de interés excesivas y frecuentemente se tornan insostenibles. Estos constituyen otro ejemplo de deuda negativa.
Consideraciones para los inversores
Para decidir si un tipo de deuda es buena o mala para ellos, los inversores deben considerar varios factores. En primer lugar, deben considerar la tasa de interés. La deuda buena generalmente ofrece bajos tipos de interés, lo que significa que los inversores no tendrán que pagar grandes cantidades de intereses adicionales. Por otro lado, la deuda mala a menudo tiene tasas de interés excesivamente altas, lo que añade costos significativos a la deuda.
Véase también ¿Cómo conseguir la mejor tasa de interés de un préstamo hipotecario?
Los inversores también deben tener en cuenta el riesgo. La deuda buena generalmente tiene un bajo riesgo de incumplimiento, ya que está garantizada por activos. Sin embargo, la deuda mala tiene un alto riesgo de incumplimiento, ya que generalmente no está garantizada por activos.
También es importante para los inversores considerar los plazos de pago. La deuda buena generalmente ofrece plazos de pago más largos, lo que permite a los prestamistas pagar su deuda de forma más cómoda. Sin embargo, la deuda mala a menudo tiene plazos de devolución a corto plazo, lo que a veces puede resultar en problemas para los prestatarios.
Conclusión
La diferenciación entre deuda buena y mala es crucial para los inversores que buscan obtener el mejor rendimiento de sus inversiones. La deuda buena generalmente ofrece bajos tipos de interés, bajo riesgo de incumplimiento, plazos de devolución a largo plazo y está garantizada por activos. Por el contrario, la deuda mala ofrece altas tasas de interés, un alto riesgo de incumplimiento y plazos de devolución a corto plazo.
A la hora de tomar decisiones relativas a la inversión en deuda, es importante que los inversores se tomen el tiempo necesario para considerar todos los factores y tomar una decisión informada. Al hacerlo, los inversores pueden ayudarse a sí mismos a obtener los mejores resultados financieros posibles.
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